MITOS DE VULCANO
PRIMER MITO
Avergonzada de haber dado a luz a un hijo tan feo y deforme, Juno(diosa del matrimonio y la familia) lo precipitó en el mar, a fin de que siempre se quedara escondido en los abismos.
Avergonzada de haber dado a luz a un hijo tan feo y deforme, Juno(diosa del matrimonio y la familia) lo precipitó en el mar, a fin de que siempre se quedara escondido en los abismos.
Fue, sin embargo, recogido por la hermosa Tetis y Furínome, hijas del Océano. Durante nueve años, rodeado de sus cuidados, vivió en una gruta profunda, ocupado en fabricar les pendientes, broches, collares, anillos y pulseras. Sin embargo, según señala el mito, éste se encontraba tan bien oculto que ni los dioses ni los hombres conocían su escondite, excepto las dos divinidades que lo protegían.
Vulcano, conservando en el fondo del corazón un rencor contra su madre, por causa de esa maldición, un día decidió fabricar una silla de oro con una trampa, y la envió al cielo como un regalo para su madre. Juno, sin desconfiar al ver tan maravilloso regalo, la tomó y se sentó en ella. Inmediatamente quedó atrapada en ella; hasta que Baco embriagó a Vulcano y lo obligó a liberar a su madre.
SEGUNDO MITO
En otra versión del mito de Vulcano, Homero cuenta que fue el propio Júpiter quien precipitó a Hefestos (Vulcano) desde lo alto del cielo. En el día en que, para castigar a Juno por haber despertado una tormenta que debía hacer perecer a Hércules, Vulcano, por un sentimiento de compasión o piedad filial, socorrió a su madre. Pagó caro ese movimiento de bondad: ya que Júpiter lo agarró por los pies y lo expulsó del Olimpo.
Después de haber rodado todo el día en el aire, el desgraciado Vulcano cayó en la isla de Lemos, donde fue recogido y tratado por los habitantes. En esa terrible caída se rompió las dos piernas, y quedó cojo para siempre. Narra el mito de Vulcano que por la intervención de Baco, el dios fue de nuevo llamado al cielo, y recayó en las gracias de Júpiter, que lo hizo casarse con la más bella y la más infiel de todas las diosas, Venus, madre del Amor.
TERCER MITO
El dios Vulcano es el dios romano encargado del fuego y los volcanes. Hijo de Júpiter y Juno y esposo a su vez de Venus, era el encargado de forjar el hierro y crear las armas que posteriormente portaban los dioses y héroes de la mitología romana.
Fue repudiado por su madre por ser un ser feo y amorfo. Así fue como era representado, un hombre grande y de un aspecto realmente desagradable, eso sí, contaba con una habilidad enorme a la hora de trabajar con el hierro. Una habilidad divina. Según la mitología, la fragua de Vulcano se encuentra ubicada bajo el monte Etna, en la isla italiana Sicilia.
Llama la atención la unión con la diosa del amor, Venus, una diosa hermosísima. No obstante esta unión no fue del todo idílica, ya que la diosa le fue infiel con el dios de la guerra.
Esta unión fue motivo de vergüenza para el dios. Al parecer, en una de las noches en que Venus y Marte dieron rienda suelta a su pasión, se quedaron plácidamente dormidos sin darse cuenta que estaba amaneciendo. El dios del sol los sorprendió y no dudó ni un momento en hacerle saber a Vulcano lo que había sucedido. El dios entró en cólera y decidió que se vengaría de esta afrenta.
La venganza la trabajó con sus manos, que era a fin de cuentas lo que mejor se le daba. Creó así una red de hierro muy fina, prácticamente invisible, pero poderosa y fuerte. La colocó en el lecho donde los dos amantes se encontraban cada noche. Así, Marte y Venus, ignorando los planes de Vulcano, llegaron nuevamente esa noche a su lecho de infidelidad. En el momento en que ambos, totalmente despreocupados, estaban disfrutando de su amor, la red se cerró sobre ellos y los hizo prisioneros.
Ambos intentaron escaparse desesperados, pero era demasiado tarde. Así, Vulcano aprovechó para llamar a todos los dioses. Al observar la actitud tan comprometida en la que estaban los amantes, todos comenzaron a reírse burlándose de ellos. Vulcano observó impasible regocijándose de venganza y no soltó a la pareja hasta que prometieron poner fin a este amor.
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